Como espacio de jóvenes que busca dar vuelta al sentido común dominante, cuestionando las lógicas machistas más salvajes e interiorizadas, nos planteamos ir contra cualquier tipo de violencia y agresión de género, así como actuar en consecuencia a estos principios. Nos corresponde denunciar a Eduardo Beltrán Prieto (Edú Sims en redes sociales), quien hostigó sexualmente y agredió física, verbal y psicológicamente a una de nuestras compañeras. Acompañaremos y defenderemos a nuestra compañera en todo lo que necesite, nos vemos en la necesidad de hacer la denuncia pública de este individuo.
Para que no se sostenga el patrón de la violencia contra las mujeres, ya sea estatal o extra estatal imperante en México, donde las víctimas son convertidas en victimarios a partir de expresiones que intentan negar este crimen argumentando que “ella también lo agredió o provocó”, “que la violencia provino de ambas partes”. Expresiones cómplices, que nos llevan a reducir, atenuar, y en última instancia, justificar aquellos crímenes.
Para enfrentar y condenar las justificaciones del victimario que pretenden negar o invisibilizar sus crímenes con expresiones tales como que quienes respaldan a la víctima son “masas cretinas o confundidas”, tachar cualquier condena en su contra de un “feminismo absurdo”. Justificaciones que corresponden a las formas más elementales de violencia contra las mujeres, bajo las cuales se sostienen la impunidad contra todo tipo de agresiones.
Para respaldar la denuncia pública de nuestra compañera y para impedir que, luego de que varias mujeres más hayan manifestado haber sido acosadas por esta persona (entre ellas, otras compañeras nuestras), él mismo intenta negarlo y mostrarse como una persona contraria a las conductas señaladas.
Para que ante la falta del cumplimiento de la justicia de parte del Estado, al menos las denuncias públicas contribuyan a la no repetición de los crímenes;
Para que quienes decimos luchar contra las formas culturales dominantes, patriarcales y de violencia estatal, actuemos en consecuencia en nuestra cotidianeidad;
Para que las mujeres que sufren cualquier tipo de violencia sepan que más allá de los obstáculos a los que deben enfrentarse al denunciar aquella situación (a partir de las negaciones por parte del Estado y de las personas que, introyectando las formas dominantes en la sociedad, repiten la ideología dominante escudándose en frases como: “si no tiene marcas no hay pruebas”, “ella lo provocó”, “ella también le pegó”, “es una histérica y exagera lo que pasó”) existen personas y colectividades que las apoyan, que a pesar de estar inmersas e inmersos en esta misma sociedad repudiamos la violencia en contra de ellas, venga de quien venga, aunque se presenten como personas críticas, de izquierda, conscientes.
La justicia para nosotras y nosotros no se corresponde con las ideologías ni sentidos comunes que en casos de violencia de género llaman a atender a “las dos partes” para dar un veredicto. Creemos en la palabra de nuestra compañera y con ella está nuestro corazón y pensamiento. Vamos a respaldarla y seguiremos denunciando a Eduardo Beltrán Prieto.
Conminamos a quienes lean esto a difundir esta denuncia y a no solapar en ningún momento ni bajo ningún pretexto la violencia contra cualquier mujer. En un país en que en promedio ocurren al día siete feminicidios, la mayoría de veces por sus parejas, condenar la violencia contra cualquier mujer y no colaborar de ninguna forma con la reproducción de esa violencia resulta una conducta política y moral inexcusable.
¡Si tocan a una, respondemos todxs!
Jóvenes Ante la Emergencia Nacional
13 de febrero de 2017
